Generalmente, las operadoras ofrecen buzones de correo y espacio Web asociado a su servicio que en caso de paso a otro operador no se conservan. El caso de los dominios es particular, pues la contratación de estos se hace por años enteros y se conservan con el proveedor hasta que finalice el contrato. En caso que un cliente desee pasar el dominio desde otro proveedor, los contenidos asociados a este se perderán y será necesario volver a crearlos en el proveedor destino.